domingo, 5 de enero de 2014

LOS 80s EN ONDA

Si tuviésemos que describir con una gráfica de este período de tiempo en ONDA S.A., sin dudas que los registros en la misma llegarían a los topes máximos en los sentidos opuestos.
A principios de esta década se realizaron las últimas importaciones de autobuses, todo venía aceptablemente bien hasta que se descarrilo con la rotura de la tablita del sistema cambiario de moneda. Pero aún así, se suscitaron algunos hechos muy llamativos dentro de la empresa, como por ejemplo: se pudo apreciar en los diarios de la época avisos solicitando personal, sobre todo para el área de carretera.
A mediados de la década, fue muy notorio el surgimiento de nuevos cargos gerenciales varios de los cuales fueron ocupados por personas que eran de otros ramos de la actividad comercial, pero ajenos totalmente a la actividad del transporte, en menor medida se registraron ascensos a estos cargos de orden gerencial dentro de la empresa. Esto es algo que nunca logre comprender bien, cual fue la estrategia que justificara tantas gerencias dentro de ONDA, cuando en realidad lo que la empresa necesitaba urgentemente era el aporte de grandes capitales de dinero, estamos hablando de varios millones de dólares para poder apalear la delicada situación de endeudamiento económico. La lógica entonces, hubiera sido el asociarse con una gran empresa extranjera del mismo rubro, como por ejemplo: Viaçao Cometa o el grupo ITAPEMIRIM con quien ONDA mantenía muy buenas relaciones. Teniendo en cuenta que todavía no existía la reglamentación del Decreto 228/91, la asociación con una empresa extranjera de transporte era posible y además muy viable. Pero por el contrario y curiosamente ONDA opto por el incremento de su staff gerencial, lo que ha de suponer además un incremento en costos para mantener ese tipo de infraestructura que a la postre no tuvo ninguna consecuencia favorable como para poder evitar el triste cese de actividades. Si lo que se buscaba eran aportes económicos, creo que no era el mejor camino, dado que para que surtiesen efectos positivos esos aportes debían superar cifras del medio millón a los tres cuartos de millón de dolares, aportes menores no iban de ninguna manera a cambiar dramáticamente la situación de endeudamiento, en definitiva entonces endeudarse más no era (y así se demostró) una solución. Por otra parte ONDA contaba dentro de su personal con individuos muy capacitados, entrenados e inteligentes en todos los sectores como para no tener que salir a buscar afuera a quienes se hicieran cargo de cada una de las áreas de la empresa y créanme que así era y no voy a dar nombres para no caer en el error de omitir a alguien, pero gente capacitada que nació, laboralmente hablando, en ONDA y que por consiguiente tenía la camiseta puesta, algo que es muy importante a la hora de delegar responsabilidades y autoridad dentro de una empresa.
Esta situación para mi fue muy palpable, a partir del momento que fui llamado a integrarme al sector Desarrollo Comercial, liderado justamente por un Sub Gerente Comercial que fue selecto de un rubro foráneo al del transporte de pasajeros. En este sector se había conformado un equipo de trabajo, mayoritariamente del área venta de pasajes, el cual se había abocado primordialmente, mediante un intenso sistema de marketing, ha aumentar la venta de los servicios de la empresa. Lo cual no estaba del todo mal, salvo por el hecho de que como dice el dicho “no se puede poner la carreta delante de los bueyes”, lo digo porque a mi justo entender, de nada servía aumentar la venta de los servicios si primero no se mejoraba la calidad de los mismos. Además había que darse cuenta que con el renombre, a nivel nacional e internacional, que ONDA tenía, no necesitaba de mucho marketing; lo que ONDA necesitaba de manera urgente eran tres cosas: saldar sus deudas, renovar su flota con por lo menos 200 unidades nuevas con baño y aire acondicionado, para poder desafectar a anticuadas y antieconómicas unidades de los años 50 y 60 y por último mejorar los regímenes de servicios optando por más turnos DIRECTOS, todo esto redundaría en un atractivo real para captar un mayor número de clientes (viajeros y correspondencia). Pero los hechos fueron otros y se vieron cosas inusuales e increíbles, al punto de que una de las medidas que se tomaron fue la eliminación de la planilla del Guarda, con el argumento de que de nada servía y que en definitiva era “un control sobre los controles mismos” (me acuerdo como si fuera hoy), si bien esta medida duro lo que un suspiro, que claramente demostró un desconocimiento de lo que a la actividad del transporte de pasajeros se refiere, dado que más allá de ser un control, la planilla del Guarda es un excelente referente a la hora de elaborar las tan necesarias estadísticas ya que es un registro testimonial muy fidedigno cuando se pretende la autorización por parte del MTOP para cambios en la minuta de horarios. Así entonces con este surgimiento de Gerencias surgió una gama de “Mesías” o “Salvadores”, que pese a todos sus esfuerzos no prosperaron en el intento de eludir el cierre que ya se mostraba como inevitable al promediar la segunda mitad de la década. A mi criterio, si hubo alguien en la Gerencia Comercial, que a pesar de ser ajeno al rubro, tuvo lo que se puede considerar como un éxito, al implementar el servicio de Correspondencia Internacional (courier), esta persona tenía la virtud de la modestia y preguntaba y preguntaba antes de tomar una decisión, creo que supo darse cuenta que ONDA era de alguna manera una Universidad en la licenciatura del Transporte, y el que quería aprender, aprendía haciendo las preguntas adecuadas a las personas adecuadas, quienes no tenían egoísmo alguno a la hora de compartir conocimientos y experiencias. Si hay algo que yo lamento, es no haber aprovechado más y mejor el tiempo en aprender, dado que de alguna manera ONDA  brindaba todo a quien tuviese el interés real en aprender sobre transporte.
Hubieron otros casos que entendieron que la mejor alternativa de salvar a la empresa, era un mayor control del personal que rayaba con lo represivo, otro fracaso y que además no era la mejor manera de aprender y de conocer la operativa de la empresa. Quizás por algún tipo de nerviosismo ocasionado ante la posibilidad de que la legítima ONDA pueda reaparecer, hay quien ha insistido en que ONDA se pudo haber salvado de su cierre si se hubiese facilitado la venta a un empresario del rubro naviero y más recientemente aéreo, enlodando y culpando del fracaso en las negociaciones al Directorio y Personal, siendo que en realidad este empresario por ser extranjero quedaba fuera de concurso al momento que el Poder Ejecutivo puso en vigencia el 24 de Abril de 1991, el Decreto 228/91 el cual en referencia en este tema dice lo siguiente:
Capítulo V 
De las Empresas Gestionantes
ARTICULO 5.1 Sólo podrán gestionar autorizaciones de líneas regulares de transporte colectivo de pasajeros por ómnibus, las personas físicas o jurídicas nacionales. Se considerarán tales, aquellas en que la dirección, el efectivo control de la empresa y más de la mitad del capital social pertenece a ciudadanos naturales o legales con domicilio real en el país.

Por el momento, sin más comentarios al respecto,
Saludos Fraternales a todos los seguidores de ARONDA.


Enrique Fernández